PRUEBAS DE PRESIÓN
Las pruebas de presión implican la aplicación de una presión interna a un sistema o componente para evaluar su capacidad para soportar las condiciones operativas esperadas sin fallos. Estas pruebas ayudan a identificar posibles fugas, debilidades estructurales o defectos que puedan comprometer el funcionamiento seguro del sistema.

Prueba Hidrostática: Utiliza un líquido, generalmente agua, para aplicar presión al sistema. Esta prueba es ideal para detectar fugas y evaluar la resistencia estructural bajo condiciones de presión prolongada.

Prueba Neumática: Emplea aire o gas para aplicar presión al sistema. Aunque se utiliza con menos frecuencia que la prueba hidrostática debido a los riesgos asociados, es útil para pruebas rápidas y en sistemas donde el uso de líquidos no es práctico.
